El planeta extrasolar es del tamaño de Saturno y esta hecho de roca y de gas.
El
planeta extrasolar Kepler-16b tiene aproximadamente el tamaño de
Saturno, está hecho de roca y gas (mitad y mitad) y no destacaría
especialmente en la lista de casi 700 de estos cuerpos ya descubiertos, a
no ser por una notable particularidad: está en órbita no de una, sino
de dos estrellas a la vez, es decir, de un sistema binario. Son dos
astros de menor masa que la solar (un 20% uno, y un 69% el otro) y el
planeta cumple una vuelta completa a su alrededor (un año) en 229 días
(Venus lo hace alrededor del Sol en 225 días) siguiendo una órbita casi
circular. Los astrónomos que lo han descubierto -con el telescopio
Kepler, de la NASA-.
No
es el primer planeta en un sistema estelar binario que se detecta,
destacan los especialistas de la revista Science. donde se presenta el
descubrimiento, pero el interés reside, sobre todo, en el método con el
que lo han encontrado Laurance R. Doyle, del Instituto SETI , y sus
colegas. Se trata de detección por tránsito, es decir, cuando los
astrónomos se percatan de la existencia de un cuerpo en órbita de una
estrella (en este caso dos) porque se cruza por delante de ella en la
línea de visión desde la Tierra, produciendo un pequeño eclipse que
atenúa el brillo del astro. El Kepler es un telescopio especializado en
este tipo de observaciones, diseñado para medir precisamente la
ligerísima disminución transitoria del brillo de una estrella cuando
pasa por delante un planeta, y se dedica a vigilar este efecto en
150.000 astros.
En el caso de Kepler-16b el tránsito, o eclipse,
es múltiple: primero, cuando la estrella menor se cruza por delante de
la mayor y se aprecia una atenuación de su luz; en el segundo caso, el
astro mayor se interpone entre el observador -en la Tierra- y el astro
menor y este último queda totalmente eclipsado; en el tercer caso -y
cuarto, al haber dos estrellas-, es el planeta el que pasa por delante
atenuando muy ligeramente el brillo de los astros.
Los
investigadores explican que con esta técnica del tránsito pueden tomar
medidas muy precisas de la masa, el radio y las trayectorias de los tres
cuerpos del sistema. Los dos astros siguen una órbita excéntrica de 41
días uno alrededor del otro.
Gracias a las medidas que han podido
tomar, Doyle y sus colegas concluyen que el planeta (que no tiene
características de ser habitable) se formó a partir del mismo disco de
polvo y gas del que surgieron las dos estrellas.