Son los más masivos que se han encontrado hasta ahora, cada uno equivalente a unos 10.000 millones de soles
Un par de agujeros negros mucho más masivos que cualquiera
encontrado hasta ahora, dos auténticos monstruos celestes, han sido
descubiertos en el universo a distancias relativamente cercanas a la
Tierra. Si hasta ahora el mayor agujero conocido tenía una masa
equivalente a unos 6.300 millones de veces el Sol (en la galaxia M87).
Los
dos nuevos, en el centro de dos enormes galaxias elípticas, tienen
masas de 9.700 millones de soles, uno de ellos, y algo más el otro.
Esos
dos objetos indican que los procesos que influyen en el crecimiento de
las mayores galaxias y sus agujeros negros son distintos de los que
actúan en el caso de galaxias más pequeñas, comenta la revista Nature,
donde Nicholas McConnell (Universidad de California en Berkeley, EE UU) y
sus colegas dan a conocer los dos nuevos agujeros. Uno de ellos está en
la galaxia NGC 3842, a unos 320 millones de años luz de distancia de la
Tierra, y el otro, en la NGC 4889, a 330 millones de años luz.
"Las
observaciones realizadas en las últimas pocas décadas indican que todas
las galaxias masivas tienen agujeros negro supermasivos en sus
centros", escriben los científicos en su artículo.
Aunque las
observaciones de cuásares (galaxias activas muy brillantes con agujeros
negros y pertenecientes al cosmos joven) indican que los objetos de este
tipo muy masivos serían perfectamente posibles, no se había encontrado
hasta ahora ninguno del rango de 10.000 millones de soles. "Ahora hay
menos gas disponible en el universo del que había en el pasado porque la
mayor parte del mismo se ha utilizado en la formación de estrellas.
Por
eso no existen cuásares en nuestro entorno cósmico", escribe Michele
Cappellari (Universidad de Oxford, Reino Unido) en su comentario del
descubrimiento.
Lo que McConnell y sus colegas han hecho ha sido
observar galaxias grandes situadas en el centro de dos cúmulos
galácticos.
Y han encontrado los agujeros negros supermasivos.
Ellos han
utilizado para su búsqueda el telescopio espacial Hubble y dos grandes
telescopios del rango de espejo de diez metros de diámetro en tierra: el
Gemini Norte y el Keck 2 (ambos en Hawai).
Los astrónomos se plantean qué mecanismos sustentan estos monstruos
cósmicos.
Los agujeros negros menos masivos se alimentan atrayendo el
gas de la galaxia en la que residen, pero en el caso de los mayores,
como los dos ahora descubiertos, es posible que el proceso sea
diferente, sugiere Cappellari.
El agujero negro puede crecer hasta su
enorme masa por fusión de dos galaxias que contienen poco gas y acaban
formando una galaxia esférica con el monstruo celeste en el centro.
Los
datos de las observaciones realizadas por el equipo de McConnell se
inclinan hacia este segundo mecanismo.
"Los estudios de agujeros
negros tienen un futuro brillante con la nueva generación de telescopios
de 40 metros, como el E-ELT europeo, que incrementaran
significativamente el número de galaxias que pueden ser estudiadas con
fiabilidad", señala al final de su comentario el especialista de la
Universidad de Oxford.