Este blog pretende recopilar las noticias más representativas de los avances de la física de estos últimos años, antes de que desaparezcan de la web.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Marte pudo ser un mundo viable para microorganismos

El robot Curiosity está en Marte en el sitio adecuado y con los instrumentos adecuados para encontrar lo que los científicos están buscando: indicios de que el planeta vecino pudo ser idóneo para la vida alguna vez en su historia. En el cráter Gale en el que el vehículo de la NASA descendió en agosto del año pasado hay una zona que, por sus características físicas y químicas, habría sido un lago de baja salinidad, pH relativamente neutro, con presencia de carbono, hidrógeno, oxígeno, azufre, nitrógeno y fósforo. Son ingredientes que hacen del lugar, bautizado Yellowknife Bay, un entorno teóricamente capaz de albergar microorganismos como los que se encuentran en cuevas y en fumarolas en la Tierra. Fue hace unos 4.000 millones de años y las condiciones adecuadas para una forma de biosfera en el lago, que debió ser un entorno fluvial lacustre, pudieron durar cientos o incluso decenas de miles de años, afirman John Grotzinger (líder científico de la misión del Curiosity) y sus colegas.
“Es importante resaltar que no hemos encontrado signos de vida remota en Marte, lo que hemos descubierto es que el cráter Gale pudo tener un lago en su superficie, al menos una vez en el pasado, que pudo haber sido favorable para la vida microbiana, hace miles de millones de años. Es un enorme paso adelante en la exploración de Marte”, explica Sanjeev Gupta, investigador del Imperial College de Londres y científico del Curiosity.
Los primeros resultados sobre la remota habitabilidad de Marte obtenidos por esta misión de la NASA fueron adelantados el pasado mes de marzo. Ahora, con más muestras y tras los análisis detallados de todos los datos, se publican las conclusiones en la revista Science, en seis artículos que cubren diferentes aspectos de la investigación. Además, los miembros del equipo presentaron ayer estos trabajos en una conferencia de la Unión Americana de Geofísica que se celebra en San Francisco.






Otro logro del Curiosity presentado ahora es la primera datación directa de rocas por métodos radiométricos, frente a las estimaciones indirectas que venían realizando los científicos por la densidad de cráteres en las zonas estudiadas. La edad medida ahora para la muestra de roca bautizada Cumberland es de entre 3.860 millones de años y 4.560 millones de años, lo que está en el rango que se había calculado para rocas del cráter Gale.
“Hay que resaltar que no hemos hallado signos de vida remota”
El lago de Yellowknife, de aguas someras y unos 50 kilómetros de largo por cinco de ancho, pudo tener agua dulce con elementos que son clave para la actividad biológica, lo que ofrecería condiciones perfectas para formas de vida simples como los microorganismos quimiolitoautótrofos, que obtienen energía por oxidación de compuestos inorgánicos, informa el Imperial College. Y no fue producto de una inundación ocasional, sino que esas aguas, en un entorno frío, debieron constituir un entorno habitable sostenido durante mucho tiempo (aunque pudieran ser subterráneas en algunos periodos), con condiciones adecuadas para una amplia gama de organismos procariotas, señala el equipo de Grotzinger.
El Curiosity, una misión del Jet Propulsion Laboratory (en Pasadena, California), no está en un lugar tan adecuado para encontrar lo que busca por casualidad. Los científicos eligieron como destino de su laboratorio rodante el cráter Gale, cerca del ecuador marciano, a partir de los datos obtenidos desde las naves de exploración en órbita del planeta vecino. Se habían identificado en esa zona rasgos geológicos que apuntan hacia entornos modelados por el agua en el pasado. El objetivo principal del robot es el monte Sharp del centro del cráter (de unos 154 kilómetros de diámetro), en concreto las estribaciones de esa elevación de rocas estratificadas.
Por primera vez se han datado rocas por métodos directos
Pero los rasgos geológicos descubiertos cerca del punto de aterrizaje (bautizado Bradbury) del Curiosity hizo que los científicos retrasaran la excursión al monte Sharp para tomarse su tiempo en varios puntos de Yellowknife Bay. El robot recorrió 445 metros (y descendió 18 metros) entre Bradbury y Yellowknife. Al Curiosity se le enviaron órdenes para que aplicase en ese terreno toda la batería de instrumentos de sondeo y análisis que lleva. Así, ha hecho pruebas químicas y mineralógicas, ha tomado microfotografías de las rocas e incluso ha perforado el suelo extrayendo muestras de sedimentos grisáceos de grano fino que se forman, con el paso del tiempo, a partir de arcilla o lodo. Imagen de una roca de Marte con el círculo en que el Curiosity la ha cepillado para desvelar sus rasgos característicos.
Uno de los seis artículos presentados ahora en Science recoge las medidas de radiación tomadas por el Curiosity durante su viaje desde la Tierra hasta Marte y allí, en el suelo, durante 300 días. “La exposición a la radiación en la superficie de Marte es mucho más alta que en la superficie terrestre por dos razones: Marte carece de un campo magnético global que deflecte las partículas cargadas [como la Tierra] y la atmósfera de Marte es mucho más tenue (menos del 1% de la terrestre), por lo que proporciona poca protección contra las partículas de alta energía”, explican Donald M. Hassler y sus colegas.
En una misión crece en un 5% el riesgo de desarrollar cáncer
Este tipo de medidas de radiación son importantes tanto para poder estimar las posibilidades de salir adelante que tendría cualquier forma de vida allí, como para conocer el riesgo que correrían los astronautas que viajaran al planeta vecino. La radiación medida por el Curiosity en el suelo marciano, entre agosto de 2012 y junio de 2013, ha sido de 0,67 milisievert de media (excluyendo tormentas solares importantes), mientras que la exposición en una radiografía torácica normal es de 0,02 milisievert. La dosis total que recibirían los astronautas en una misión en Marte (viaje de ida, estancia y regreso) sería de unos 1.000 milisievert, nivel que incrementa en un 5% el riesgo de desarrollar un cáncer fatal a lo largo de la vida de una persona.
“Si existe la vida marciana, o si existió en el pasado, es razonable asumir que este o estuvo basada en moléculas orgánicas y que tendría, por tanto, la misma vulnerabilidad a la radiación de partículas energéticas”, recuerdan los investigadores.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Descubren que el bosón de Higgs se descompone también en Fermiones

Científicos del CERN
Ginebra. (Efe).- Científicos del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) han descubierto que el bosón de Higgs -la partícula fundamental cuya existencia fue descubierta en 2012- se desintegra en dos partículas denominadas tau, pertenecientes a la familia de los fermiones. Estas últimas son las partículas que componen la parte visible de la materia.
El hallazgo fue realizado en el experimento ATLAS, uno de los cuatro principales incorporados al Gran Acelerador de Hadrones (LHC) -un anillo de unos 27 kilómetros de circunferencia construido a unos 80 metros bajo tierra en la frontera entre Suiza y Francia-, y acaba de ser presentado a la comunidad de físicos.
La gran novedad, anunciada en un seminario realizado en el CERN, es que hasta ahora sólo se había detectado la partícula de Higgs mediante su desintegración en partículas denominadas bosones, portadoras de las fuerzas que actúan en la naturaleza. Ahora se ha demostrado de forma concluyente que también puede desintegrarse en fermiones, que son como los "ladrillos" que componen la materia visible. Los quarks y electrones que componen los protones de un átomo son fermiones.
El experimento ATLAS, en el que participan varios científicos españoles, ha mostrado por primera vez con un nivel de certeza de 4 sigma -5 sigma indica una certeza absoluta en términos científicos- al bosón de Higgs decayendo en dos leptones tau.


El bosón de Higgs fue descubierto el año pasado por los experimentos ATLAS y CMS, ambos parte del gran acelerador. Hasta ese entonces su existencia era sólo teórica, aunque fundamental pues sobre ella reposaba el modelo estándar de la física de partículas, que describe las partículas elementales y sus interacciones.
Peter Higgs, quien en 1964 planteó la existencia de este bosón que pasó a ser conocido con su nombre, recibió este año el Premio Nobel de Física por su teoría, junto con el físico François Englert, que también contribuyó a ella.
El gran aporte del bosón de Higgs es que hace posible que exista el campo de fuerza responsable del origen de la masa de otras partículas elementales, que, sin él, no podrían mantenerse unidas. Los científicos explican, en términos profanos, que, sin este mecanismo para generar masa, la materia que compone todo lo que vemos en el universo -incluidos los seres humanos- no se hubiese podido formar tal y como la conocemos.
El descubrimiento del CERN en 2012 dejó claro que los bosones adquirían su masa a través del mecanismo propuesto por Higgs, pero sólo ahora se ha demostrado que también los fermiones -el otro tipo básico de partículas- adquieren su masa por el mismo mecanismo.
Actualmente, los físicos de ATLAS y CMS trabajan en el análisis de las enormes cantidades de datos que recopilaron durante 2012, de donde se cree que surgirán todavía más hallazgos de importancia para la física.
El Gran Acelerador de Hadrones fue apagado a inicios de este año para trabajos de mantenimiento, que se prolongarán hasta finales de 2014, y será encendido nuevamente al año siguiente con el fin de que alcance, por primera vez, su máxima potencia.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Un resplandor “monstruoso y cercano” en el universo

Los astrónomos detectan el destello de rayos gamma más brillante hasta ahora. Seguramente se generó en una estrella que explotó y se convirtió en agujero negro
Una estrella mucho más masiva que el Sol y mucho más compacta, colapsó hace unos miles de millones de años; seguramente se convirtió en un agujero negro.
Pero la luz de aquel estallido ha llegado ahora a los telescopios terrestres especializados en detectar y observar estos fenómenos en el cielo. Es el más brillante destello de rayos gamma (GRB, en sus siglas en inglés) detectado hasta ahora, afirman los expertos.
Y está relativamente próximo a la Tierra, en tiempos cosmológicos, ya que su luz ha recorrido una distancia de 3.700 millones de años hasta nosotros, lo que supone menos de la mitad de la distancia típica de los GRB. Uno de los equipos científicos que han estudiado este excepcional fenómeno lo califican de “monstruo cercano” en el título de su artículo científico que se publica en Science esta semana, junto con otros dos trabajos sobre el mismo estallido de rayos gamma, que fue detectó el pasado 27 de abril mediante observatorios en el espacio.


“Normalmente detectamos los GRB a mayor distancia, lo que significa que se ven muy tenues, pero en este caso el destello se produjo a solo una cuarta parte del tamaño del universo observable, así que fue muy brillante”, señala Paul O´Brien, astrónomo de la Universidad de Leicester (Reino Unido). “En esta ocasión se generó también una supernova, algo que no habíamos registrado antes junto con un potente GRB, y estamos intentando descifrar el fenómeno”, dice en un comunicado de su universidad. “El hecho de poder ver un brillante destello a un cuarto del universo es realmente como traernos a casa el asombroso poder de estas explosiones”, añade Nial Tanvir, otro investigador que ha estudiado este fenómeno concreto.
Los destellos de rayos gamma son frecuentes en el cielo: aproximadamente un centenar al año registra el satélite Swift, de la NASA, puesto en órbita en 2004 precisamente para detectar estos fenómenos fugaces y que vio el “monstruo” del pasado abril. Para esta vigilancia científica es imprescindible colocar telescopios en el espacio porque, afortunadamente para la vida en la Tierra, la radiación de rayos gamma tan perjudicial para los organismos vivos, es absorbida por la atmósfera. En este caso, el primero en detectar el estallido fue el Fermi Gamma Ray Space Telescope (Universidad de Stanford y SLAC).
El potente estallido de abril, denominado GRB 130427A, fue tan brillante que descoloca a los científicos. La teoría más aceptada para describir un GRB como este, señalan los investigadores de Stanford que vieron casi desde el principio, observaron y analizaron el fenómeno, establece que estos fenómenos se producen en explosiones más energéticas que se dan en el cosmos, cuando una estrella muy masiva colapsa sobre sí misma y explota.
Estas explosiones lanzan chorros de partículas que viajan casi a la velocidad de la luz y, como la presión, temperatura y densidad del chorro no son uniformes, provocan ondas de choque. A medida que el chorro sale, choca con el medio interestelar provocando más ondas de choque.
El problema es que un fenómeno tan extremo como el GRB 130427A no encaja bien con los niveles de energía y procesos físicos predichos por la teoría.
Por eso los científicos están muy interesados es desvelar cómo se producen los destellos de rayos gamma, precisamente para afinar sus conocimientos teóricos, y no tienen más remedio que estar pendientes de los que se producen en el cielo ya que no pueden reproducirlos en laboratorio.
El estallido de abril potente y cercano, fue una oportunidad espléndida.
En cuanto un telescopio en órbita detecta en el cielo un destello de rayos gamma, se dispara la alerta para que los telescopios en todo el mundo, en tierra y en el espacio, puedan seguir la evolución del fenómeno.
El estallido puede durar menos de un minuto pero el resplandor subsiguiente dura más tiempo, entre unos pocos días y varias semanas. “En el caso de GRB 130427A, el destello fue tan potente que pudimos observar el resplandor remanente durante varios meses”, señala Daniele Malesani, del Instituto Niels Bohr (Universidad de Copenhague). “Analizando la luz del resplandor podemos estudiar su composición, lo que nos habla de las propiedades de la estrella original, lo que hemos descubierto es que era una estrella gigante con una masa que estaría entre 20 y 30 veces la del Sol, en rápida rotación y con un tamaño de sólo 3 ó 4 veces las solar, así que era extremadamente compacta. Estas estrellas de denominan Wolf-Rayet”, continúa este experto.
Además, estos astrónomos han sido capaces de localizar en el cielo, en observaciones previas, la estrella que explotó.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

La Vía Láctea sufrió un cataclismo hace dos millones de años.

El agujero negro supermasivo situado en el centro de la Vía Láctea sufrió su última explosión hace dos millones de años, según ha determinado un estudio, publicado en 'The Astrophysical Journal' y elaborado por científicos de la Universidad Sydney y del Observatorio Felow (Australia).
Durante años los astrónomos han sospechado que el centro de la galaxia había sufrido una explosión 'reciente' pero, hasta ahora, no se le había puesto fecha. La evidencia de que había tenido lugar una erupción proviene de un filamento de gas, principalmente hidrógeno, conocido como Corriente de Magallanes.
 "Durante veinte años se ha visto el resplandor extraño de la Corriente de Magallanes y no entendíamos la causa. Entonces, nos dimos cuenta de que puede ser la marca, el registro fósil, de una gran explosión de energía en el centro de la Vía Láctea", ha explicado uno de los autores principales, Joss Bland-Hawthorn. A su juicio, estas marcas son la señal de un verdadero cataclismo en el pasado. Gracias a infrarrojos y a satélites de rayos X, los expertos han podido ver que se ha producido un fuerte "viento" (salida) de material de la región central.
Además, la antimateria 'hirviendo' ha dejado su firma: las conocidas como 'burbujas de Fermi', dos enormes burbujas de gas caliente que se inflan hacia el exterior del centro de la galaxia, y que han podido ser observada a través de rayos gamma y ondas de radio.
Los científicos que estudian el centro galáctico se han reunido esta semana en un taller en la Universidad de Stanford (California), donde el profesor Bland-Hawthorn ha explicado la existencia de las corrientes de gas que podría ser la celebración de la memoria del pasado del centro galáctico.
Así, en cuanto a la Corriente de Magallanes, el científico ha indicado que emiten luz al igual que la Tierra cuando las partículas del Sol golpean su atmósfera (provocando las auroras en los polos).

viernes, 24 de mayo de 2013

El CERN obtiene pistas de por qué la materia domina a la antimateria

Lo han averiguado mediante el estudio de las diferencias sutiles en el comportamiento de las partículas y antipartículas
El experimento LHCb del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) ha detectado la primera observación de la asimetría materia-antimateria en las desintegraciones de una partícula conocida como B0s.
Concretamente, ha observado que esta partícula al desintegrarse ofrece pistas de por qué la materia domina sobre la antimateria.
Se trata de la cuarta partícula subatómica que muestra este comportamiento, según destaca el trabajo, que ha sido publicado en la revista 'Physical Review Letters'.

 
Se cree que la materia y la antimateria han existido en cantidades iguales en el comienzo del Universo, pero hoy en día el cosmos parece estar compuesto esencialmente de la materia.
Mediante el estudio de las diferencias sutiles en el comportamiento de las partículas y antipartículas, los experimentos del LHC están tratando de arrojar luz sobre este dominio de la materia sobre la antimateria.
El CERN ha explicado que este último descubrimiento está relacionado con una preferencia de la materia sobre la antimateria conocida como violación de la simetría CP, que podría explicar por qué existe más materia que antimateria en el Universo, aunque en sus comienzos fuera la misma.
La simetría CP es la suma de la simetría C, que indica que las leyes de la física permanecerían invariables aunque se intercambiasen las partículas de carga positiva con las negativas, y la simetría P, que plantea que tampoco habría cambios si el Universo fuera su imagen especular.
Los resultados obtenidos en el experimento se basan en el análisis de los datos recogidos por el experimento en 2011.
"El descubrimiento del comportamiento asimétrico en la partícula B0S llega con una confirmación de más de 5 sigmas, un resultado que sólo fue posible gracias a la gran cantidad de datos proporcionados por el LHC y para capacidades de identificación de partículas del detector LHCb" ha explicado el portavoz del experimento, Pierluigi Campana.
En este sentido, Campana ha apuntado que "los experimentos en otros lugares no han estado en una posición para acumular un número suficientemente grande de partículas B0s".
La violación de la simetría CP fue observada por primera vez en el Laboratorio de Brookhaven (Estados Unidos) en la década de 1960 en partículas neutras llamadas kaones y, unos 40 años más tarde, experimentos en Japón y Estados Unidos encontraron un comportamiento similar en otra partícula, el B0.
Más recientemente, experimentos en el CERN han descubierto que la partícula B+ también demuestra violación CP. Todos estos fenómenos de violación de CP pueden explicarse en el modelo estándar, a pesar de que algunas discrepancias interesantes exigen estudios más detallados, ha indicado el científico.

viernes, 19 de abril de 2013

El hubble capta el mayor "semillero de estrellas"

El telescopio espacial celebra sus 22 años de vida con la imagen de esta violenta y caótica región de formación de estrellas a 170.000 años luz de la Tierra
El próximo 24 de abril se cumplen 22 años desde que el Hubble fuera lanzado al espacio. Para celebrarlo, las agencias espaciales norteamericana y europea, NASA y ESA, han hecho pública esta espectacular imagen tomada por el telescopio espacial. Se trata de 30 Doradus, una violenta y caótica región de formación de estrellas a 170.000 años luz de la Tierra. La imagen puede encontrarse aquí en alta resolución.
30 Doradus, también conocida como la "nebulosa de la Tarántula" o, más pragmáticamente, como NGC 2070, es un enorme "semillero de estrellas" (de hecho, el mayor que se conoce en nuestra galaxia y sus alrededores) que está situado en la Gran Nube de Magallanes, una pequeña galaxia satélite que gira alrededor de nuestra Vía Láctea.

Su brillo es tan intenso que incluso a 170.000 años luz de distancia (alrededor de 1.632.000 billones de km.) puede verse con unos simples prismáticos (desde el hemisferio Sur).
Estrellas de principio a fin.
La razón de tanta luminosidad es que allí, en 30 Doradus, se están "amasando" en este mismo instante muchos miles de nuevas estrellas, algunas de las cuales, además, son gigantes azules, mucho más masivas y calientes que el Sol. Si nos fijamos bien, en la imagen aparecen ejemplos de todos los pasos que llevan al nacimiento de una nueva estrella, desde un embrión estelar de apenas unos miles de años de edad y aún envuelto en un "capullo" de gas oscuro, a estrellas recién formadas (de unos pocos millones de años), o gigantes que han crecido tanto y tan rápidamente que han muerto muy jóvenes, estallando en forma de supernovas.

viernes, 15 de marzo de 2013

Un planeta fuera del Sistema Solar con vapor de agua en su atmósfera

Un joven planeta hallado fuera del Sistema Solar, que orbita una estrella conocida como HR 8799
Un joven planeta hallado fuera del Sistema Solar, que orbita una estrella conocida como HR 8799, tiene vapor de agua y monóxido de carbono en su atmósfera. Sin embargo, en este nuevo mundo no se ha detectado metano, que podría ser un indicio de vida, según explican sus descubridores.
El hallazgo, recién publicado en la revista 'Science', sugiere que un determinado mecanismo de formación planetaria similar al de nuestro propio Sistema Solar, conocido como acreción del núcleo, desencadenó el nacimiento del exoplaneta, llamado HR 8799c. HR 8799c es un gigante gaseoso, con cerca de siete veces la masa de Júpiter, y aunque se ha detectado vapor de agua en su atmósfera, sus descubridores descartan que pueda albergar vida. "Aunque hemos observado agua, no creemos que pueda existir vida en este planeta.
No tiene superficie sólida y es extremadamente caliente", explica el astrónomo Quinn Konopacky, de la Universidad de Toronto. De hecho, se calcula que la temperatura en su superficie supera los 1.000ºC.
 
Pistas sobre el Sistema Solar
Konopacky, junto con colegas de Canadá y Estados Unidos, utilizaron datos del Observatorio Keck en Hawai para analizar las características de HR 8799c. Sus resultados arrojan luz sobre la formación de este gigante gaseoso lejano y proporcionan pistas sobre la formación de nuestro propio Sistema Solar.
"Nuestros resultados son consistentes con los planetas que se forman alrededor de HR8799 a través de la acreción del núcleo, muchos de la misma manera en la que pensamos que se formaron los planetas de nuestro Sistema Solar", explicó Konopacky. "Al estudiar el sistema HR8799, podemos echar un vistazo a cómo planetas similares a Júpiter aparecen muy poco después de formarse", agrega.
A diferencia de la mayoría de otros exoplanetas, los cuatro planetas que orbitan HR 8799 se han detectado directamente, lo que significa que su luz se distinguía de la de su estrella anfitriona.
Esta detección directa indica que HR 8799c era un gigante de gas que orbita su estrella a una distancia comparable a la distancia de Plutón de nuestro sol, pero el nacimiento de un planeta masivo tan lejos de su estrella madre está en conflicto con los modelos más populares de la formación planetaria.
El nuevo análisis de Konopacky y su equipo ofrece datos de alta resolución sobre la química, la gravedad y la atmósfera de HR 8799c. "El exoplaneta tiene un conjunto ideal de las propiedades, siendo a la vez muy luminoso y situado lo suficientemente lejos de la estrella que nos permite adquirir estos datos espectrales increíbles", explicó el investigador.
 "El hecho de que no vemos metano nos dice mucho acerca de los procesos químicos durante el trabajo en la atmósfera de este gigante gaseoso joven".  
Condensación de hielo Dos posibles mecanismos se han propuesto para la formación de exoplanetas: un multipaso, proceso de acreción del núcleo por el que el gas se acumula lentamente en un núcleo planetario, y un proceso conocido como inestabilidad gravitatoria, que implica la creación simultánea del interior de un planeta y la atmósfera. "Aunque vemos una gran cantidad de vapor de agua en la atmósfera de HR 8799c, en realidad detectamos un poco menos de lo que cabría esperar si el planeta tuviera la misma composición que su estrella madre", dijo Konopacky. A su juicio, esto indica que el planeta tiene una cantidad ligeramente elevada de carbono en comparación con oxígeno.
La elevada relación carbono-oxígeno actúa como una huella dactilar para la formación del exoplaneta y los investigadores sugieren que los granos de hielo de agua deben haberse condensado en el disco planetario que rodea HR 8799 y agotado el oxígeno.
"Estos granos de hielo pegados forman grandes trozos de hielo, a pocos kilómetros de diámetro, que promueven la construcción de núcleo sólido del planeta", sugirió Konopacky. "La atmósfera de gas viene después de que el planeta sea lo suficientemente grande.
En el momento en que sucede, algunos de los granos de hielo se han ido y el gas no tiene tanta agua", añade.
Estos resultados implican que un proceso de acreción del núcleo, similar al que dio forma a nuestro Sistema Solar, con los gigantes de gas lejos del Sol y los planetas rocosos cercanos a él, también tuvo lugar en este sistema. "Dado que el sistema planetario que rodea HR 8799 se parece a una versión reducida de nuestro Sistema Solar, no sería una sorpresa encontrar planetas como la Tierra más cerca", según los investigadores.

jueves, 14 de marzo de 2013

El bosón de Higgs se parece cada vez más al bosón de Higgs

Nuevos datos del gran acelerador LHC indican que la partícula descubierta el pasado verano es la predicha, aunque no se descartan aún completamente otras opciones
La nueva partícula elemental descubierta el pasado verano “se parece cada vez más a un bosón de Higgs”, ha anunciado hoy el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), junto a Ginebra, resumiendo los últimos datos presentados por sus científicos. Ahora han analizado dos veces y media más datos que los que tenían en julio y, por sus características, el nuevo bosón encaja cada vez mejor con el Modelo Estándar que describe las partículas elementales y sus interacciones. Sin embargo, el CERN advierte que no está zanjada la cuestión aún porque puede ser el bosón de Higgs esperado, pero no se descarta aún completamente que pueda tratarse de otra partícula similar, “el más ligero de los varios bosones que predicen algunas teorías que van más lejos del Modelo Estándar; para conocer la respuesta habrá que esperar”. Los responsables de los dos grandes experimentos del LHC, el ATLAS y el CMS, has presentado los últimos datos en la conferencia anual de física de Moriond que se celebra en La Thuile (Italia).



Luis Ibáñez, catedrático de física teórica de la Universidad Autónoma de Madrid, lo explica: “En el caso de las teorías supersimétricas hay otras tres partículas de este tipo y la más ligera de ellas se parece al bosón de Higgs del Modelo Estándar”. Pero este especialista se inclina a pensar que lo que se ha descubierto hasta ahora en el CERN es el bosón de Higgs esperado. “Es muy improbable [que se trate de la otra opción] porque en el resto de los datos analizados del LHC no hay rastro todavía de partículas supersimétricas”.
Las partículas supersimétricas serían un nuevo tipo de componentes elementales de la naturaleza predichas en las teorías denominadas de supersimetría, que van más allá del Modelo estándar, y muchos físicos esperan que aparezca su rastro en los experimentos del LHC, pero hasta ahora no han hecho acto de presencia.
Conviene recordar que la nueva y ya famosa partícula, buscada por los físicos desde hace medio siglo y que ayuda a explicar el origen de la masa, fue presentada por los científicos del LHC en el CERN el 4 de julio pasado, pero ya advirtieron entonces que, si bien se trataba de una partícula nueva de tipo bosón con propiedades que apuntaban hacia el bosón de Higgs predicho en el modelo estándar, todavía tenían que analizar muchos más datos para estar seguros de su identidad.
Incluso ahora, con mucha más información tomada en los detectores, afirman que la búsqueda no ha concluido.
“Los resultados preliminares con todo el conjunto de datos de 2012 son magníficos y, para mí, está claro que tenemos entre manos un bosón de Higgs, aunque todavía tenemos un largo camino que recorrer para saber que de qué tipo es”, ha declarado, en la conferencia de Moriond, Joe Incandela, portavoz del experimento CMS.
Para determinar la naturaleza del bosón, los físicos estudian cómo interactúa con otras partículas y sus propiedades cuánticas, explica el CERN. Por ejemplo, un bosón de Higgs debe tener espín (una propiedad física de las partículas) cero y, en el Modelo Estándar, su paridad (una medida de cómo se comporta su imagen especular) debe ser positiva, continúan los expertos del laboratorio europeo, que concluyen: “CMS y ATLAS han comparado varias opciones para el espin y paridad de esta nueva partícula y todas tienden a espin cero y paridad positiva, lo que, añadido a sus interacciones observadas con otras partículas, indica fuertemente que es el bosón de Higgs”.

jueves, 28 de febrero de 2013

El Nacimiento de un Planeta Gigante

Los planetas gigantes gaseosos, según las teorías actualmente vigentes, se forman tras capturar polvo y gas que permanecen tras la creación de una estrella.
Su superficie es indefinida, compuesta principalmente por hidrógeno y metano. Un equipo internacional de investigadores del Observatorio Europeo Austral ha observado el disco de polvo y gas de la estrella joven HD 100546, a unos 335 años luz de distancia de la Tierra, y ha descubierto en su órbita lo que se cree que es un planeta gigante en proceso de formación, un descubrimiento que ofrece una excelente oportunidad de comprender cómo se forman los planetas.


 "Si nuestro descubrimiento es ciertamente un planeta en formación, por primera vez los científicos podrán estudiar de forma empírica el proceso de formación planetaria y la interacción de un planeta en formación con su entorno natal en un estadio muy temprano", afirma Sascha Quanz, jefa del proyecto en Zürich, Suiza.
Los científicos que estudiaron durante años la estrella joven HD 100546 descubrieron una débil mancha en su disco circumestelar, su anillo.
En un principio pensaron que se podía tratar de un planeta gigante a una distancia seis veces mayor que la que separa a la Tierra del Sol.
Gracias al telescopio VLT (Very Large Telescope) del Observatorio Europeo Austral el equipo de investigadores actual ha descubierto que este planeta en formación realiza una órbita mucho mayor, unas 70 veces la distancia que separa la Tierra del Sol, esto es, alrededor de 149.600.000 kilómetros de media.
Se halla en las regiones exteriores del sistema, aunque no está claro si ha estado en su posición actual durante todo el tiempo de su formación o si ha podido migrar desde regiones interiores.
 La estrella se descubrió gracias a la combinación del instrumento de óptica adaptativa NACO, que elimina la luz procedente de la estrella en la que orbita el protoplaneta, con técnicas pioneras de análisis de datos, lo que demuestra que "el intercambio de ideas entre diferentes campos puede dar como resultado un extraordinario avance", afirma Adam Amara, miembro del equipo de investigación.
Aunque la teoría de que el objeto detectado se trata de un protoplaneta es la que más se amolda a los resultados de las observaciones, existe la remota posibilidad de que se trate de un planeta totalmente formado eyectado de su órbita original hacia una posición más cercana a la estrella.
Si, por el contrario, se confirma que se trata de un protoplaneta, los investigadores tendrán un perfecto laboratorio en el que estudiar de cerca el proceso de formación de un nuevo sistema planetario.

"La investigación exoplanetaria es una de las más nuevas y emocionantes fronteras de la astronomía, y la imagen directa de planetas es todavía un campo emergente que se va a beneficiar mucho de los recientes avances en instrumentación y en métodos de análisis de datos", concluye entusiasmado Amara.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Los agujeros negros giran y lo devoran todo a gran velocidad

Una esfera con una masa de dos millones de soles y un diámetro de más de tres millones de kilómetros (ocho veces la distancia de la Tierra a la Luna), cuya superficie gira casi a la velocidad de la luz, es lo que más se aproxima al agujero negro que han observado astrofísicos estadounidenses y europeos con dos telescopios espaciales.
Lo que han conseguido confirmar por primera vez es que los agujeros negros situados en el centro de las galaxias giran a gran velocidad, lo que da pistas sobre cómo y cuándo se formaron y crecieron.
“Es la primera vez que se ha podido medir con precision la velocidad de rotación de un agujero negro supermasivo”, explicó ayer Guido Risaliti, de la Universidad de Harvard (EE UU) y del observatorio de Arcetri (Italia).



 Pero esa velocidad es prácticamente imposible darla en kilómetros por hora, reconocía Fiona Harrison, de Caltech (EE UU), porque “los agujeros negros son muy extraños”.
Harrison está contenta porque han resuelto un problema de hace dos decenios, un plazo muy corto pero que indica la velocidad a la que avanza el conocimiento de estos enigmáticos fenómenos cósmicos.
La masa de los agujeros negros galácticos puede ser hasta miles de millones de veces superior a la del Sol.
En la Vía Láctea existe uno de estos monstruos, pero los astrofísicos se han fijado esta vez en el que ocupa el centro de una galaxia espiral cercana, la NGC 1365, situada a 56 millones de años luz de la Tierra. Con el nuevo telescopio espacial Nustar de la NASA y el XMM-Newton de la ESA, han podido probar que el agujero negro rota rápidamente, aunque sin sobrepasar los límites que impone la teoría, basada en las ecuaciones de Einstein.
Los resultados se publican en la revista Nature. 
El hallazgo da pistas sobre su origen en la evolución del Universo
A pesar de su nombre, los agujeros negros son uno de los espectáculos más luminosos del Universo, recuerda el experto estadounidense Christopher Reynolds en la misma revista.
Al engullir el gas y posiblemente también las estrellas cercanas al centro galáctico, liberan cantidades enormes de energía, incluidos rayos X, que permiten detectarlos.
El Nustar en un telescopio lanzado en junio pasado que está diseñado especialmente para detectar los fotones de mayor energía dentro del rango de los rayos X, que a su vez son la banda más energética del espectro electromagnético, tras los rayos gamma.
Lo que más interesa a los astrofísicos es que la velocidad de giro de un agujero negro e (que se revela en la deformación del espacio-tiempo en la zona cercana al horizonte de sucesos, más allá del cual ni la materia ni la luz escapa) puede considerarse el remanente fósil de su proceso de formación.
 La conclusión en este caso es que se formó muy rápidamente, tragándose enormes cantidades de gas y materia en poco tiempo, a partir de su origen muy poco después de la Gran Explosión (unos centenares de millones años de los más de 13.000 millones de antigüedad del Universo).
Todavía no se sabe cómo pudo suceder esto, así que habrá que esperar a nuevos instrumentos para conocer los detalles de uno de los mayores misterios cósmicos.

martes, 26 de febrero de 2013

El grafeno multiplica la cantidad de electricidad que se obtiene de la luz

La gran cantidad de investigaciones que se están llevando a cabo en todo el mundo para descubrir las propiedades del grafeno están convirtiendo a este material en el 'ladrillo' más prometedor para desarrollar nuevas tecnologías en sectores muy diversos. Su utilización para convertir la luz en electricidad y sacar el máximo provecho de la energía solar es la línea de investigación de un equipo internacional de científicos que acaban de publicar un nuevo estudio en la revista 'Nature Physics'.

Según aseguran, el grafeno es capaz de convertir cada fotón que absorbe en múltiples electrones (electrones excitados) que pueden conducir corriente eléctrica. Lo habitual en la mayor parte de materiales, señalan los autores de este estudio, es que un fotón absorbido genere un solo electrón. En el caso del grafeno, al producir muchos electrones, la señal eléctrica sería mayor.
Su hallazgo, sostienen, podría representar una alternativa a las actuales tecnologías que se usan en energía solar y que se basan en semiconductores como el silicio.



El estudio ha sido realizado conjuntamente por investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) de Castelldefels (Barcelona), del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), en EEUU y del Instituto de Investigación de Polímeros del Max Planc de Alemania. También han participado tres investigadores de la empresa Graphenea de San Sebastián, Amaia Zurutuza Elorza, A. Centeno y A. Pesquera.
Energía solar 
Según señala Frank Koppens, líder de este grupo investigador del Instituto de Ciencias Fotónicas, en el que también participa Klass-Jan Tielrooij,esta tecnología basada en el grafeno permite absorber la energía del sol con pérdidas mucho menores que en la actualidad: "Además de placas solares, que es un mercado muy importante y que está creciendo muy rápidamente, se puede utilizar esta capacidad de conversión eficiente en cualquier producto que utilice luz para producir electricidad, por ejemplo detectores de luz", afirma el investigador holandés.
 El científico señala que "hay muchos grupos en todo el mundo que investigan las propiedades del grafeno en general, especialmente para utilizarlo en tecnologías de energía solar y para optoelectrónica (todas las tecnologías que dependen en la conversión de luz en electricidad).
En el pasado, otros grupos ya descubrieron que el grafeno tiene unas propiedades que hacen que este material sería interesante para tecnologías de energía solar, por ejemplo, su capacidad de absorber la luz de varios colores", afirma Koppens, que trabaja con grafeno desde hace cuatro años.
 En concreto, el experimento que describen en 'Nature Physics' consistió en mandar un número conocido de fotones a distintas energías a una fina capa de grafeno: "La investigacion que acabamos de publicar indica que la conversion de fotones absorbidos en electrones excitados (electrones con más energía, que pueden generar la corriente electrica) es muy eficiente. Más de de lo que se esperaba.
 La eficiencia viene de la capacidad de grafeno de convertir un fotón absorbido en múltiples electrones que pueden conducir corriente eléctrica. Esta capacidad no existe en muchos otros materiales que se usan ahora para placas solares, como el silicio", afirma.
Productos en el mercado
No obstante, señala que es muy difícil determinar cuánto tiempo falta para ver estos productos en el mercado: "Hemos descubierto una capacidad favorable para la conversión de fotones absorbidos en electrones excitados, pero no hemos construido una placa solar", admite.
Antes de que se puedan comercializar productos, afirma, habrá que investigar más sobre cómo se puede extraer eficientemente la corriente electrica del grafeno. Pese a ello, se muestra optimista ya que "hay muchos investigadores, tanto en el mundo de la ciencia como en la industria", dedicados a intentar resolver estos inconvenientes. Asimismo, destaca la apuesta de la UE por el grafeno: "Ha decidido invertir 1.000 millones de euros en las investigaciones y tecnologías de grafeno", señala. Una inversión que podría "acelerar el lanzamiento de productos al mercado", afirma.
Un material 'excepcional' 
 El investigador se muestra convencido de que estamos ante un material de extraordinario: "Tiene muchas capacidades excepcionales, como la de convertir luz en electricidad, y se van a descubrir muchas más", asegura. El grafeno es una lámina extremadamente delgada compuesta de carbono, de sólo un átomo de grosor. Es .
Se obtiene del grafito, un material muy abundante en la naturaleza, o del grafito sintético. ¿Hay alguna desventaja a la hora de trabajar con grafeno?: "Sí, cada material tiene sus desventajas. Por ejemplo, el grafeno no absorbe mucho la luz aunque todo lo que absorbe se convierte en electrones excitados con alta eficiencia.
Pero esta desventaja también puede ser una ventaja para algunas aplicaciones. Además, existe la posibilidad de aumentar la absorción del grafeno con varias tecnologias", añade.
En un momento en el que muchos investigadores españoles optan por irse de España debido a los recortes presupuestarios, el holandés Frank Koppens, que ha publicado una decena de artículos en revistas como 'Science' y del grupo 'Nature' decidió venirse a nuestro país.
Desde hace dos años y media lidera su grupo de investigación en el ICFO, un centro en el que asegura gozar de una gran libertad científica: "No fue difícil tomar la decisión de venir a España porque el nivel de investigación del ICFO está entre los mejores del mundo y sus instalaciones tienen unos estándares muy altos, algo esencial para que la investigación sea competitiva. Además, desde este centro se fomenta mucho que las innovaciones se conviertan en patentes y en productos concretos.
Esta contribución a la sociedad, a través del [desarrollo] de mejores productos y la posibilidad de generar neuvos empleos en el futuro (por ejemplo, a través de spinoffs) es muy gratificadora", afirma Koppens

El grafeno multiplica la cantidad de electricidad que se obtiene de la luz

La gran cantidad de investigaciones que se están llevando a cabo en todo el mundo para descubrir las propiedades del grafeno están convirtiendo a este material en el 'ladrillo' más prometedor para desarrollar nuevas tecnologías en sectores muy diversos. 
Su utilización para convertir la luz en electricidad y sacar el máximo provecho de la energía solar es la línea de investigación de un equipo internacional de científicos que acaban de publicar un nuevo estudio en la revista 'Nature Physics'.

Según aseguran, el grafeno es capaz de convertir cada fotón que absorbe en múltiples electrones (electrones excitados) que pueden conducir corriente eléctrica.
Lo habitual en la mayor parte de materiales, señalan los autores de este estudio, es que un fotón absorbido genere un solo electrón. En el caso del grafeno, al producir muchos electrones, la señal eléctrica sería mayor.
Su hallazgo, sostienen, podría representar una alternativa a las actuales tecnologías que se usan en energía solar y que se basan en semiconductores como el silicio.



El estudio ha sido realizado conjuntamente por investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) de Castelldefels (Barcelona), del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), en EEUU y del Instituto de Investigación de Polímeros del Max Planc de Alemania. También han participado tres investigadores de la empresa Graphenea de San Sebastián, Amaia Zurutuza Elorza, A. Centeno y A. Pesquera.
Energía solar 
Según señala Frank Koppens, líder de este grupo investigador del Instituto de Ciencias Fotónicas, en el que también participa Klass-Jan Tielrooij,esta tecnología basada en el grafeno permite absorber la energía del sol con pérdidas mucho menores que en la actualidad: "Además de placas solares, que es un mercado muy importante y que está creciendo muy rápidamente, se puede utilizar esta capacidad de conversión eficiente en cualquier producto que utilice luz para producir electricidad, por ejemplo detectores de luz", afirma el investigador holandés.
 El científico señala que "hay muchos grupos en todo el mundo que investigan las propiedades del grafeno en general, especialmente para utilizarlo en tecnologías de energía solar y para optoelectrónica (todas las tecnologías que dependen en la conversión de luz en electricidad).
En el pasado, otros grupos ya descubrieron que el grafeno tiene unas propiedades que hacen que este material sería interesante para tecnologías de energía solar, por ejemplo, su capacidad de absorber la luz de varios colores", afirma Koppens, que trabaja con grafeno desde hace cuatro años.
 En concreto, el experimento que describen en 'Nature Physics' consistió en mandar un número conocido de fotones a distintas energías a una fina capa de grafeno: "La investigacion que acabamos de publicar indica que la conversion de fotones absorbidos en electrones excitados (electrones con más energía, que pueden generar la corriente electrica) es muy eficiente. Más de de lo que se esperaba.
 La eficiencia viene de la capacidad de grafeno de convertir un fotón absorbido en múltiples electrones que pueden conducir corriente eléctrica. Esta capacidad no existe en muchos otros materiales que se usan ahora para placas solares, como el silicio", afirma.
Productos en el mercado
No obstante, señala que es muy difícil determinar cuánto tiempo falta para ver estos productos en el mercado: "Hemos descubierto una capacidad favorable para la conversión de fotones absorbidos en electrones excitados, pero no hemos construido una placa solar", admite.
Antes de que se puedan comercializar productos, afirma, habrá que investigar más sobre cómo se puede extraer eficientemente la corriente electrica del grafeno.
Pese a ello, se muestra optimista ya que "hay muchos investigadores, tanto en el mundo de la ciencia como en la industria", dedicados a intentar resolver estos inconvenientes. Asimismo, destaca la apuesta de la UE por el grafeno: "Ha decidido invertir 1.000 millones de euros en las investigaciones y tecnologías de grafeno", señala.
Una inversión que podría "acelerar el lanzamiento de productos al mercado", afirma.
Un material 'excepcional' 
 El investigador se muestra convencido de que estamos ante un material de extraordinario: "Tiene muchas capacidades excepcionales, como la de convertir luz en electricidad, y se van a descubrir muchas más", asegura.
El grafeno es una lámina extremadamente delgada compuesta de carbono, de sólo un átomo de grosor. Es .
Se obtiene del grafito, un material muy abundante en la naturaleza, o del grafito sintético. ¿Hay alguna desventaja a la hora de trabajar con grafeno?: "Sí, cada material tiene sus desventajas. Por ejemplo, el grafeno no absorbe mucho la luz aunque todo lo que absorbe se convierte en electrones excitados con alta eficiencia.
Pero esta desventaja también puede ser una ventaja para algunas aplicaciones. Además, existe la posibilidad de aumentar la absorción del grafeno con varias tecnologias", añade.
En un momento en el que muchos investigadores españoles optan por irse de España debido a los recortes presupuestarios, el holandés Frank Koppens, que ha publicado una decena de artículos en revistas como 'Science' y del grupo 'Nature' decidió venirse a nuestro país.
Desde hace dos años y media lidera su grupo de investigación en el ICFO, un centro en el que asegura gozar de una gran libertad científica: "No fue difícil tomar la decisión de venir a España porque el nivel de investigación del ICFO está entre los mejores del mundo y sus instalaciones tienen unos estándares muy altos, algo esencial para que la investigación sea competitiva. Además, desde este centro se fomenta mucho que las innovaciones se conviertan en patentes y en productos concretos.
Esta contribución a la sociedad, a través del [desarrollo] de mejores productos y la posibilidad de generar neuvos empleos en el futuro (por ejemplo, a través de spinoffs) es muy gratificadora", afirma Koppens

jueves, 7 de febrero de 2013

El antepasado más antiguo de los mamíferos

Era el primer ancestro de mamífero placentario
Poco después de la extinción de los dinosaurios no voladores, tras el periodo Cretácico superior hace 66 millones de años, un pequeño mamífero con aspecto de roedor, cola peluda y devorador de insectos, comenzó a desarrollarse.
Era el primer ancestro de mamífero placentario, el descendiente más lejano de los roedores, los monos, las ballenas e incluso de los seres humanos.


 
Un equipo internacional de científicos publica en la revista 'Science' este descubrimiento que refuta, o al menos cuestiona la teoría de que los mamíferos se diversificaron justo después de la extinción de los dinosaurios creando los órdenes de mamíferos que existen actualmente.
 Esta pequeña criatura prueba que los placentarios no se desarrollaron durante el Mesozoico, la era de los dinosaurios, sino poco después de su extinción.
Y que esta criatura es un ancestro común que comenzó con esa diversificación. "Especies como los roedores y los primates no convivieron con dinosaurios no voladores", afirma Maureen O'Leary, del Departamento de Ciencias Anatómicas de la Universidad Stony Brook, "pero sí descendieron de un ancestro común después de la desaparición de éstos".

Esto es, entre 300.000 y 400.000 años después.
Características comunes
El equipo de investigación ha reconstruido la anatomía de este ancestro gracias a fósiles de diversos placentarios, que compararon con la información genética de mamíferos que aún viven. Este método ha permitido a los investigadores determinar qué cualidades y rasgos aparecieron primero y cuáles se mantuvieron intactos y compartieron ancestros más lejanos.
 
Descubrieron que este mamífero tenía características tales como un útero con dos trompas, un complejo córtex cerebral y una placenta similar a la humana, en la que la sangre materna se comunicaba con las membranas que rodean al feto.
Estiman, además, que su peso estaba entre los 6 y los 245 gramos.
Una vez recopilados los datos, los investigadores crearon un árbol familiar, filogenético, en el que muestran las relaciones evolutivas de los mamíferos desde el Triásico -hace unos 250 millones de años- hasta la actualidad.
El buen estado de los fósiles influyó notablemente en la exactitud del estudio. "El registro que tenemos de mamíferos está repleto de fósiles muy bien conservados, y no queríamos construir un árbol sin utilizar esa evidencia directa que aportan".
Entre esos restos se encuentra el fósil de una pequeña criatura del final del periodo Cretácico, descubierto en 1994 en un extraordinario buen estado.
En su pelvis se observaron huesos epipúbicos, característicos de los marsupiales. Estos terios, una subclase de mamíferos, son placentarios (retienen a sus crías en el útero y las alimentan a través de la placenta), lo que demuestra la presencia de estos animales durante la etapa final de la era de los dinosaurios.
Asombrosa diversidad
La evolución de estas especies siempre ha estado registrada en el Cretácico Superior. Se cree que sobrevivieron esta etapa y la extinción de los dinosaurios no voladores en el paso del Cretácico al Terciario (hoy llamado Paleógeno), o límite K/T.
Sin embargo, otras teorías, entre las que se encuentra ésta nueva investigación, afirman que, o bien se desarrollaron cerca de la extinción de los dinosaurios, o bien poco después de ella.
Existen alrededor de 5.100 mamíferos placentarios, y presentan una asombrosa diversidad. Varían sustancialmente tanto en tamaño y habilidades locomotoras como en comportamiento o anatomía. "Teniendo en cuenta toda esta diversidad, es verdaderamente interesante saber cuándo y cómo éste clado (cada una de las ramas del árbol de la evolución de una especie) comenzó por primera vez y se diversificó", afirma Nancy Simmons, autora del estudio y conservadora del Departamento de Mamíferos del Museo Americano de Historia Natural

martes, 8 de enero de 2013

La NASA encuentra 461 candidatos a planetas fuera del Sistema Solar

Cuatro de ellos serían inferiores al doble del tamaño de la Tierra y podrían orbitar en zona habitable
La misión Kepler de la NASA ha anunciado hoy el descubrimiento de 461 candidatos a planetas nuevos.
Según la agencia espacial estadounidense, cuatro de ellos tendrían una dimensión algo inferior a dos veces el tamaño de la Tierra y podrían orbitar en la "zona habitable" de sus planetas, aquella donde el agua líquida podría existir en la superficie de un planeta.
Estos datos se han obtenido a través del satélite Kepler desde mayo de 2009 hasta marzo de 2011, según ha informado la NASA.
Los resultados muestran un aumento constante en el número de candidatos a planetas de pequeño tamaño y en el número de estrellas con más de un planeta que órbita a su alrededor.
Los expertos tienen opiniones dispares sobre el descubrimiento.



El exdirector de programas de la NASA en España, Luis Ruiz de Gopegui, resta importancia al hallazgo.
Según la opinión de este experto, desde hace 30 años los científicos están buscando planetas con el objetivo, asegura, de alzarse con el premio Nobel. "Cada 15 días aparece uno nuevo.
Se ha convertido en una moda", afirma Ruiz de Gopegui. "Si hay vida, no vamos a ir hasta allí ni vamos a mandar ningún mensaje", se lamenta.
Sin embargo, para Valeriano Claros se trata de un importante avance.
El antiguo responsable de la estación de seguimiento de satélites de Villafranca de Castillo, en Madrid, cree que la novedad de este nuevo hallazgo está en el sistema utilizado, que permite estudiar la composición del posible planeta: por un lado, una suerte de fotómetro que mide la luminosidad del disco solar y, por otro, un espectógrafo que detecta una absorción de la radiación de la estrella.
O más concretamente, si en ese planeta hay o no atmósfera, como sucede en Marte.
A principios de 2012, 33 candidatos habían sido confirmados
El director de la misión Kepler, Christopher Burke, señala que el telescopio de la NASA ha incrementado un 20% sus hallazgos, que suman ya un total de 2.740 planetas potenciales y 2.036 estrellas desde el inicio de la misión.
Burke apunta además que los cuerpos con el mismo tamaño de la Tierra son los más numerosos entre estos hallazgos, así como las supertierras —más del doble de su tamaño—.
También se ha constatado que el 43% de los candidatos a planetas de Kepler tienen vecinos.
Para identificarlos, el telescopio espacial mide el cambio en el brillo de más de 150.000 estrellas cuando los supuestos planetas pasan por delante.
Se conoce como la técnica del tránsito, explica la NASA, aunque para determinar que existe un planeta orbitando la estrella se necesitan, por lo menos, tres tránsitos verificados.
De momento, la agencia espacial seguirá realizando observaciones para verificar que, efectivamente, se trata de nuevos planetas. A principios de 2012, 33 candidatos habían sido confirmados. Hoy hay 105.