La explosión estelar que ahora captan los telescopios en
la Tierra, se produjo cuando el cosmos tenía solo 1.500 millones de años
Algunas
estrellas explotan. Cuando esto sucede, y responde a distintos procesos
físicos, se llaman supernovas y su luminosidad es tan alta que supera a
la de la propia galaxia en la que reside.
Pero entre las supernovas hay
un tipo especial, ultraluminosas o superluminosas, y unos científicos
han encontrado dos de ellas que, además están muy lejos: una es la más
distante descubierta hasta ahora.
Estalló cuando el universo tenía
solo unos 1.500 millones de años (ahora tiene 13.700 millones) y su luz
ha estado viajando hasta ahora.
La otra supernova corresponde al cosmos
de 3.000 millones de años después del Big Bang. Aunque sean del
universo joven, los dos astros que estallaron no eran de la primera
generación de estrellas que se formaron tras la gran explosión inicial,
pero el hallazgo de las dos supernovas superluminosas lejanas abre la
posibilidad de depurar las técnicas de observación y explorar aquellos
astros primitivos, dicen los científicos, que publican su hallazgo en la
revista Nature.
Las
supernovas se clasifican en tres tipos atendiendo a sus características
y a los diferentes mecanismos que desencadenan las explosiones.
Las del
llamado tipo Ia, que ha jugado un papel determinante en el
descubrimiento de la energía oscura del universo al ayudar a los
cosmólogos medir distancias en el universo, se producen cuando una
estrella enana blanca de un sistema de dos astros ha devorado suficiente
materia de su compañero para alcanzar la masa crítica y estalla,
recuerda el especialista Stephen Smarti en Nature.
Otro tipo son las de
colapso de núcleo, estrellas muy masivas, mucho más que el Sol, que han
consumido todo su combustible de las reacciones nucleares que las hacen
brillar y colapsan; entonces explotan lanzando al espacio ingentes
cantidades de materia y radiación.
El tercer tipo son las
supernovas superluminosas, 10 y 100 veces más brillantes que los dos
tipos anteriores, respectivamente.
A estas pertenecen las muy lejanas
SN2213-1745 y SN1000+0216, que han descubierto Jeff Cooke (Universidad
Swinburne de Tecnología, en Australia) y sus colegas.
La primera estallo
3.000 millones de años después del Big Bang, y la segunda, la más
lejana, sólo 1.500 millones de años tras la explosión inicial.
Los
científicos no tiene claro el mecanismo que desenc
adena la explosión de
las superluminosas, pero teoría si que tienen, y las llaman supernovas
de pares electrón-positrón, es decir, de materia-antimateria (el
positrón es la antipartícula del electrón).
La idea es que en estrellas
realmente supermasivas (entre 100 y 300 masas solares), sus núcleos
llegan a alcanzan temperaturas tan altas que se crean pares
electrón-positrón. Entonces el astro se contrae, se desestabiliza y se
desencadena una masiva explosión termonuclear de manera que el calor
generado en el proceso enciende la supernova hasta intensidades
superluminosas, explica Smartt.
Se conocían ya supernovas de este
tipo pero mucho más cercanas a la Tierra, y el hallazgo de las dos tan
distantes abre la puerta hacia la posibilidad de encontrar alguna
incluso en la primera generación de estrellas, sugieren los
investigadores liderados por Cooke. Además, las supernovas
superluminiosas, “son extremadamente poco corrientes” en el cosmos
cercano, “pero se espera que sean más comunes”, en el universo lejano,
afirman.
Los investigadores han encontrado SN2213-1745 y
SN1000+0216 en registros de hace unos años del telescopio
Franco-Canadiense, en Hawai, aplicando una técnica desarrollada por
ellos que les ha permitido descubrir estos fenómenos que se habían
pasado por alto en su momento.
Así, la SN2213-1745 se captó en los
rastreos del cielo de de 2005 y 2006, y la SN1000+0216, en los de 2006,
2007 y 2008. Luego, ellos las han observado con el telescopio de diez
metros Keck I, también en Hawai, para calcular la distancia a la que
están.
Los expertos miden la distancia por el valor del denominado
corrimiento al rojo (z), y para estas dos supernovas son: z 2.05 para
SN2213-17-45 y z 3.90 para SN1000+0216. El récord anterior de distancia
de una supernova estaba en z 2.36, apunta Nature.
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